Vistas de página en total

lunes, 19 de septiembre de 2011

100 km. entre Madrid y Segovia por la sierra de Guadarrama



A las 5 de la mañana salimos el viernes con destino a Segovia, estos compañeros mios que se dedican a machacar veredas, como yo, están de los nervios, a que viene eso de levantarse tan temprano, ya no se cuida como antes de los mayores, ahora o te adaptas o mueres-es un decir-en el intento. Prefiero adaptarme, así que cojo mi mochila con lo necesario y me encamino al lugar de quedada, Paco nos espera con la furgoneta preparada-es otro decir-para partir, aunque tenemos una avería en la dirección, Paco estuvo anoche hasta las doce parcheando por aquí y por allá-para eso es mecánico-para dejarla preparada.
Esta es la que nos lleva... y nos trae

Vamos ocho de Mérida, en la salida de la prueba nos juntaremos con Manolo de Berlanga y José Luis de Almendralejo por lo que tendremos una representación extremeña de 10 personas conocidas, alguno más habrá que no conozcamos, espero que no nos lo tengan en cuenta.

Paco el mecánico, Manolo Guillén, Gerardo y yo con algunas pruebas en nuestras piernas, Domingo que intentará conseguir su primera prueba fuera de Mérida y tres debutantes: Miguel, Cati y Ana, su primera prueba de 100 km. creo que ha habido apuestas a favor y en contra de su finalización.

Parada en Madrid para desayunar, la furgoneta comienza a tirar líquido por los bajos, directamente al taller-menos mal que hemos salido temprano-solo tira líquido cuando se para el motor, compramos unas cuantas botellas para ir rellenando y a seguir hasta Segovia.

Hemos reservado en el hostal San Francisco http://www.hospedajesanfrancisco.com/ a cien metros de la meta y junto al acueducto, agradable, buenas habitaciones y a un precio bastante razonable para estar en el centro.
Cervecita junto al acueducto
Nos repartimos las habitaciones y bajamos rápidamente a tomar unas cervecitas en los bares situados junto al acueducto, hace mucho calor y para el día siguiente las previsiones dicen que nos vamos a tostar más que el cochinillo que nos comimos en el restaurante José, situado en la plaza mayor
Al rico cochinillo


www.restaurantebarjose.com/ un buen menú por 25 eurazos a elegir entre judiones o sopa castellana de primero y cochinillo de segundo. Lo comimos a deseo, tan a deseo que me sentó fatal y estuve toda la tarde mal del estomago. Una pequeña siesta y aprovechar la tarde para hacer turismo, Segovia es una pequeña ciudad donde hay mucho que visitar.

Es la hora de la cena, mi estomago me dice que no, todo el grupo se va a comer algo, yo sigo haciendo turismo nocturno-será cosa de nervios-hasta la hora de dormir.
El material preparado

Sábado, hoy es el gran día, volvemos a levantarnos temprano, hay que estar en Fuencarral en el lugar de salida antes de las 8:30 h. para entregar las bolsas que dejaremos en los dos controles de mitad de carrera para las necesidades personales: avituallamiento personal o ropa de abrigo para hacer el ultimo tramo cuando llegue la noche.¡Arrancará la furgoneta! dijo uno, lo justo para ir con el alma en vilo hasta el parking donde vemos un reguero de líquido después de toda la noche parada. Paco rellena, mete la llave y ... a la primera.

Por el camino tenemos que recoger en La Navata a Pepe, mi compañero de travesías que nos va a hacer el inestimable favor de devolver la furgoneta a Segovia, nada mas llegar a Fuencarral. ¡Gracias Pepe, siempre estás cuando se te necesita!
Cachondeito antes de la salida

Miguel protegiendose de lo que se viene encima

El ambiente de salida es impresionante, entre 550 y 600 participantes, tengo ganas de tomar un café pero es sábado y no hay bares abiertos tan temprano, sin la cena de anoche ni el desayuno de esta mañana, mal empiezo, tomo un par de plátanos que llevo para compensar.
Los Bellotos

La organización da las últimas informaciones sobre la señalización y sobre controles de avituallamiento, mientras tanto vamos saludando a compañeros de otras pruebas: a Fran de Grazalema o a Isidro de Los Pretorianos de Tomares, deseándonos lo mejor en la prueba, y es cierto, aquí no hay piques todo el mundo se alegra de que el contrario acabe y de la mejor forma posible.
Hora de salir. Son las 9:05

La salida se da a las 9:05 h. la gente sale en tromba, en descenso, Paco y yo vamos juntos, cruzamos la carretera de Colmenar por un estrecho puente, seguimos descendiendo hasta una urbanización para salir a caminos anchos y con buen terreno, dejamos a la izquierda la estación de El Goloso, la temperatura de momento es buena, aprovechamos los descensos para correr y las subidas vamos andando.
Dejamos Madrid

Por una senda estrecha con muchos sube y baja llegamos a la carretera de Colmenar que cruzamos por un puente superior hasta el primer punto de avituallamiento.
La senda con sube y baja

He olvidado en la salida poner vaselina en mis pies, me detengo u poco para hacerlo, Paco continua, otro corredor me pide vaselina para sus pies, tomo algo de isotónica y continuo siguiendo el carril bici, al poco tiempo vuelvo a enlazar con Paco, seguimos corriendo. El calor comienza a apretar, en una de las subidas Paco me dice que continue que el calor lo está matando por lo que continuo solo hasta Colmenar donde saco algo de mi avituallamiento y tomo un trozo de sandía del control, estiro un poco y me preparo para salir, en ese momento llega Paco, me dice que continue que va a descansar cinco minutos, me arrimo a un equipo que va contando chistes hasta salir de Colmenar. Continuo solo a mi ritmo pero me da una pájara poco antes del kilómetro 30, en el control del Puente medieval tengo que sentarme para recuperarme, tomo algo de coca cola y espero a Paco que no acaba de llegar, continuo solo en una subida de cuatro kilómetros que se hace interminable y cuando el sol mas aprieta. Desciendo ahora fuertemente hasta el embalse de Santillana, teniendo de frente el Yelmo en la sierra de La Pedriza y abajo junto al embalse, Manzanares y su castillo.
Control de Manzanares

Una ensalada de pasta que me supo a gloria en el control de Manzanares, con un solo pero, que nos dejaron al sol. En cinco minutos devoro la ensalada y cojo una botella de agua que bebo sobre la marcha, la tiro en un contenedor a la salida de la población.

Unos kilómetros adelante hay un pilar donde beben las bestias con un chorrillo, no llego para beber, maldigo haber tirado la botella, el corredor que viene detrás pregunta si es potable, no lo sé, no se lo he preguntado, trae botella vacía, me la deja y bebo medio litro, a mi compañero ya no le preocupó más si era potable, casi se atraganta con otra botella.

Subida hasta la plaza de Mataelpino, nuevo avituallamiento y nueva fuente en medio de la plaza, me refresco y empapo la gorra. Subida fuerte a la salida de Mataelpino y un llaneo muy bonito por una senda estrecha hasta una pista amplia con una fuerte subida hasta el pinar de La Barranca, creía que no llegaba, me tiré al suelo a descansar y a reponer, en diez minutos estaba listo, he subido con el amigo madrileño de la botella del que no sé su nombre.

Desde la Barranca descendemos por una estrecha carretera con bastante trafico, nos desviamos por un camino en corta pero fuerte subida y descendemos vertiginosamente hasta Cercedilla. Buen ambiente en el pueblo que va aplaudiendo conforme llegan los corredores, en el polideportivo, sello la tarjeta de control y recojo la mochila donde llevo ropa de abrigo, son las 7 de la tarde y desde aquí hay que subir 15 kilómetros hasta el alto de la Fuenfría, me cogerá la noche por el camino y hay que abrigarse. Como un poco de arroz y me pertrecho para los siguientes tramos.

Salgo de Cercedilla corriendo, ahora el sol ya no es muy fuerte, he comido y he descansado 15 minutos, desciendo hasta el cruce que indica a Las Dehesas, comienza la subida, adelanto a varios participantes que van muy machacados, entre ellos a un italiano, Teodoro Napoletano que se pega a mi y hacemos toda la subida juntos, encendemos los frontales a la altura de la carretera de la República, a las 22:00 h. estamos en el puerto.
Control del Alto de la fuenfria

Alto de la Fuenfría km. 78,1

La gente del control nos ofrece un caldo que me sienta de maravilla, todos con los polares puestos, la temperatura ha bajado a 8 o 9 grados, como unas galletas y me tiro a muerte en el descenso, al principio con piedra suelta, bastante peligroso a pesar de que llevo buena iluminación, poco después el camino se transforma en carretera, Teodoro se queda atrás por lo que continuo solo por una estrecha carretera entre un precioso pinar, es una gozada correr por aquí de noche aunque voy solo y no quiero extraviarme.

Llego al último control antes de Segovia, La Cruz de la Gallega, estoy en el kilómetro 89 y son las 12 de la noche, enseguida llega Teodoro, quiere retirarse, tiene un problema de menisco y lleva una rodillera, su frontal tampoco es bueno, en el puesto de control decide venirse conmigo, si corro lo dejaré atrás, así que decido acompañarle caminando.
Aunque parezca mentira, no son Los Beatles


Desde La Cruz de la Gallega que es el último control ya veíamos Segovia al fondo y se hace interminable caminar los últimos once kilómetros. En las primeras edificaciones de Segovia Teodoro me pregunta que si corremos los dos últimos kilómetros que nos faltan, ¡encantado! nos ponemos a correr, disfrutando de las luces, de la gente que te aplaude que se encuentra en las terrazas en una noche de sábado, saboreando el final que tenemos cerca. Ya vemos el acueducto nos faltan 300 m. en descenso, la gente que se encuentra en la meta aplaude y nosotros disfrutamos como enanos por haber conseguido terminar. Teodoro y yo nos saludamos y nos despedimos, él se marcha rápidamente y yo espero en meta para ver entrar a otros participantes sobre todo alguno de mi grupo, pero enseguida me quedo frío y me voy al hotel.
Mis compañeros van llegando

Llega la escoba y los mas duros

Sobre las 3:30 h. entra Gerardo, mi compañero de habitación, a las 8 de la mañana nos levantamos Gerardo, Paco y yo y vemos entrar a los últimos participantes, preguntamos a la organización por el resto de compañeros del grupo y nos dicen que han entrado todos. Un subidón tremendo por entrar entre los 421 participantes que consiguieron llegar a Segovia ¡Enhorabuena a todos!




sábado, 3 de septiembre de 2011

Quira a vuelto a nacer

Nerón nació "de pie" o como dicen por mi tierra "con el pan debajo del brazo", criado como uno más de la familia. No es el perro, es Nerón, solo falta consultarle las decisiones que se toman en la casa (a veces sería mejor preguntarle). Duerme a los pies de la cama, ¡nó! duerme, mejor dicho encima de la cama y hay que pedirle permiso cuando queremos sentarnos en alguno de los sillones del salón donde él descansa.
Nerón pertenece a la raza de los West Highland white terriers o a los llamados más familiarmente "Westy" y es un perro que sabe dar a cada uno lo que quiere, si quiere jugar, sabe con quien tiene que ir, si quiere pasear, enseguida se acerca al o a la que normalmente le saca a corretear por el parque. Es un perro sociable y cariñoso aunque un poco anarquico y no muy obediente, pero es ideal para tenerlo en casa (todo no puede ser perfecto).

Quira asoma la cabeza entre los contenedores, controlando que no haya nadie cuando intente abrir la bolsa de basura que algún desaprensivo deja fuera del cajón, vigilando, a la vez que come, para estar preparada y correr si alguien se acerca. No la llames porque saldrá por patas.
Nerón sale a dar su paseo matinal diario, hace sus necesidades, olisquea alguna de las hembras (que no sea muy grande) del parque . Media hora de caminata y vuelve a casa donde le espera uno de los sillones del salón para descansar después del ejercicio.

Hemos puesto una lata con agua y un poco de las sobras de la comida cerca de la puerta de la casa, Quira observa esto pero no se atreve a acercarse, imaginamos  que la relación con las personas no ha debido ser buena, puede que sea un poco arisca, pensamos, aunque sabemos que está detrás de los contenedores observandonos.
Vengo cargado del súper con un par de bolsas de comida para Nerón, de una marca especial que le va muy bien para su delicado estomago, la última que compramos le producía diarrea, el pobre lo pasa muy mal cuando algo no le sienta bien.

Quira ha aprovechado que no estabamos para acercarse a comer un poco, ahora somos nosotros los que la observamos sin que ella se de cuenta, si nos vé correrá como alma que lleva el diablo y seguramente no volveriamos a verla.
A Nerón le toca hoy visita al veterinario, parece que le molesta un oido, tiene la oreja roja y hemos decidido llevarlo, hay que comprar unas gotas en la farmacia que hay que ponerle tres veces al día.
Quira nos ha visto, pero no ha corrido, poco a poco nos vamos acercando a ella, creo que en pocos días lo conseguiremos.
Es una perra grande, hay debate para saber de que raza se trata, yo creo que es un perro pero me dicen que una snauzer, yo sigo pensando que es un perro.

Poco a poco hemos conseguido acercarnos a la perra (porque es una perra), el animal está en los huesos, sus orejas están rojas, no sabemos si le duele el oído, lo que si las tiene repletas de garrapatas que se están llevando la poca sangre que le queda. su cabeza está llena de "matauras" hechas por los humanos para que tenga buen recuerdo de ellos, aunque Quira a sentido que puede que por esta vez no le hagan daño.
Nerón sale a pasear de nuevo, es su paseo vespertino, juega con otras hembras privilegiadas, con los machos no tiene buen feeling, hay que sujetarlo para que no entre en una trifulca de las que normalmente no sale muy bien parado.

Hemos llevado a Quira al veterinario, a curarle las heridas y a limpiarle de garrapatas, la perra se está encariñando y los miembros de la familia también, creo que se avecinan problemas, me lo veo venir.
En pocos días Quira coge peso, poco a poco se le van curando las heridas, aunque las marcas de la cabeza le van a durar bastante tiempo, duerme bajo techo de forma provisional al abrigo del frío y del viento.
Tengo que ir a trabajar, son las siete de la mañana, Nerón duerme sobre la cama entre mis dos piernas, intento no hacer ruido para no despertarlo, como sigamos así tendré que dormir en la alfombra.
Tal y como pensaba y después de una encarnizada lucha de todos contra uno, han decidido adoptar a Quira. La perra corretea por la casa que está en obras, cuando abres la puerta enseguida viene a recibirnos y pone sus grandes patas delanteras sobre el pecho, ahora es feliz y se ha decidido que no vuelva a los contenedores.

Hoy es un día especial, Quira va a ser presentada en sociedad, un buen lavado con un chmpú especial que huele muy bien. Nerón, esta es Quira. Quira, te presento a Nerón. Se observan muy fijamente, durante unos segundo ninguno reacciona, la perra es tres veces mas grande que el perro, a Nerón parece que no le hace mucha gracia que venga otro animal a ocupar parte de su espacio. Son imaginaciones nuestras, al rato los dos corretean por la casa, jugando, aunque a Nerón no le gusta que la perra le eche la pata por encima.
Ahora, Nerón sigue durmiendo en la cama y en los sillones, a Quira no se le ocurre dormir fuera de su rincón asignado en la casa ni de interrumpir a Nerón cuando come, ella se conforma con su pequeño mundo asignado en la casa.

                                                                                                    Dedicatoria
                                                                                     de Quira para Marlén e Israel