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jueves, 27 de octubre de 2011

Pelo planalto das Cesaredas (4ª día)

Quinta del Molino. Planta superior
Vaya peazo de desayuno nos hemos pegao en la Quinta del Molino, desde luego las pilas las llevamos cargadas para hacer esta rutita por la zona de Lourinha, Sofia y Enrique tienen que volver a Santander, Lola y Manolo se marchan igualmente a Cáceres, por lo que quedamos, Marisol, Marisa,  Miguel y Mua, las cuatro "M", así que nos pertrechamos con todo lo necesario para la ocasión.
Preparados para caminar

Tomamos el camino a la altura de la iglesia para salir de San Bartolomeu por la carretera que se dirige a Paço, dejamos la fuente y el lavadero a la derecha. cuando llevamos aproximadamente un kilómetro dejamos la carretera para tomar una pista a la derecha, enseguida llegamos a Pena Seca aunque tenemos un repentino repecho para acceder a ella, al fondo tenemos un parque de molinos eólicos.
En Pena Seca hay una ermita dedicada igualmente a  Sao Bartolomeu. A la salida tomamos una pista amplia, a la derecha en un alto hay unas cuantas casas que componen el Barrio de las Poesias, la pista se dirige a un mirador pero antes de llegar la abandonamos y tomamos un sendero dejando a un lado un bonito campo de calabazas antes de llegar a un alto.
Campo de calabazas
 Un camino va por la cuerda de una sierra poblada por gran cantidad de eucaliptos, siguiendo este camino llegamos hasta Cesaredas, hacemos un alto junto a un bar cerrado a la altura de la iglesia, esperamos un poco por si abren para tomar un café, esos maravillosos cafés que se toman en cualquier parte de Portugal, pero nuestro gozo en un pozo.
Iglesia de Cesaredas
 Salimos de Cesaredas por una calle asfaltada, al final de las edificaciones giramos a la derecha para tomar un sendero en descenso hasta llegar a una zona de huertos y con bastante vegetación,
Descendiendo al valle de Cornagas
 descendemos hasta un valle donde se encuentran las antiguas azenhas del valle de Cornagas, seguimos el valle viendo al fondo los molinos y casas de Reguengo Grande.
Una de las viejas acenhas
 Llegamos a la iglesia por la rua da Calçada, vemos que la localidad se encuentra en fiestas,
Casa en Reguengo Grande
 tomamos una cerveza en el bar social cercano a una carpa comunal donde preparan una comida para el pueblo,
Bar social de Reguengo Grande
 preguntamos si podemos comer y por supuesto muy cordialmente nos dicen que sí, así que por un módico precio nos pusimos morados de espetadas y frango,  para rematar con  arroz con leche, que aquí le dan un color amarillo.
Preparando Frangos (pollo al carbón)

Frango y espetadas (brochetas)
 A la salida de Reguengo tomamos un café en el museo del Café,
Museo del Café en Reguengo Grande
 y seguimos camino dejando un fotogenico molino a la izquierda
Molino antes de Arrife
 para entrar en las casas de fin de semana de Arrifes que pasamos enseguida sin parar. Entre plantaciones horticolas llegamos por la Alameda Inés de Castro hasta la bonita localidad de Moledo. Descansamos un poco junto a la iglesia Matriz antes de realizar el último tramo entre Moledo y San Bartolomé. Salimos por calles estrechas y seguimos un camino antiguo, atravesamos la EN 247-1 y siguiendo un camino por campos de labranza llegamos hasta la localidad de partida. Orlando se encuentra en la puerta de la Quinta del Molino, lo saludamos y comentamos la ruta, entramos para darnos una ducha y relajarnos en la piscina.
Unas cervecitas antes de la cena que hacemos en la quinta, la verdad que fué magnifica, al igual que Alejandra nuestra anfitriona: Unas morcillas al fuego y unos pinchos de queso, de entrada marisco hasta reventar y de segundo un chuletón que se salía del plato, de postres unas cremas muy sabrosas, por supuesto entre ellas la Baba de Camello.
Dandole al marisco
Baba de Camello
 Después del café tuve una agradable charla con Gilberto, que me habló de la historia de la Quinta y del molino de harina que había en ella, solo hemos visto la mitad de la quinta, mañana nos enseñará la parte trasera con los caballos y demás instalaciones.

Fotos: Pelo planalto das Cesaredas
Track del recorrido: A la derecha

miércoles, 26 de octubre de 2011

Solo un paseo por Sintra, una ciudad de cuento

Nos despedimos de Lisboa, acabamos el desayuno y cogemos los coches, nos vamos a Sintra, no teníamos muy claro que íbamos a ver pero para el viajero que se decida a venir hasta Sintra le recomiendo que se quede un día más en Lisboa y que tome el tren, haga el recorrido por la ciudad y vuelva a Lisboa, venir a esta zona y no ver Sintra a fondo es como al que le cortan un brazo. A nosotros no nos cortaron el brazo, solo la mano, ya que pudimos ver bastante pero no todo lo necesario, que es mucho.
Vemos el cartel de Sintra en la carretera, a la entrada de la freguesia de Sao Pedro de Penaferrin, en un blog de viajes me aconsejaron no entrar en Sintra con el coche y que aparcara a la entrada, eso fué lo que hicimos pero no aparcamos en Sintra ciudad, si no en la freguesia de Sao Pedro, a tres kilómetros del centro histórico y a un kilómetro y medio del palacio da Pena.
Marisol, Marisa, Miguel y yo nos echamos los pies a cuestas y comenzamos a subir hasta el Palacio da Pena por la calçada da Pena, por una zona con abundante sombra. Lola, Sofia, Enrique y Manolo se fueron directamente al casco histórico de Sintra  con el coche.
Antes de llegar arriba tomamos un camino peatonal que nos saca de la calzada de pavés que utilizan los vehículos para descender del palacio en una única dirección, enseguida llegamos a la zona de taquillas, luego nos damos cuenta que hay buen aparcamiento hasta para autobuses, así que un consejo, si se va a ir con coche no hagáis lo que nosotros, teneis que atravesar Sao Pedro de Penaferrin, llegar a Sintra visitar el casco historico luego la Quinta da Regaleira, seguir en dirección única hasta el castelo dos Mouros y al final el palacio da Pena, por este orden, después de la visita descender por donde nosotros subimos, de nuevo a Sao Pedro de Penaferrin para salir de la zona, parece complicado pero no lo es.
Palacio da Pena (o de la Peña)
Sacamos los tikect, 12 € por cabeza para ver todo, tanto el edificio interior, exterior y jardines. Por 3 € más hay un mini autobús para acceder hasta la misma puerta de entrada, aunque andando solo cuesta cinco minutos.
Patio exterior y puerta del Tritón

Entre la maleza aparece el edificio, un conglomerado de estilos: árabe, alemán, gótico o manuelino, con paredes decoradas en diferentes colores. bordeamos la muralla para pasar bajo un arco de herradura hasta llegar a la puerta de la muralla y el puente colgante, seguimos subiendo hasta el patio principal.
Acceso al patio exterior
 La vista es alucinante parece un castillo de cuentos donde el tritón es la principal figura,
El Tritón

Pasaje que rodea el palacio
 existe un paso por la muralla que da la vuelta a todo el edificio, en el interior se pueden ver salas de diferentes estilos hasta el otomano,
Arquitectura árabe del palacio
 con un mobiliario muy diferente en cada una de ellas. Cuando terminamos la visita recorremos parte del jardín y volvemos a salir.
Rincón de palacio
 Tomamos a la izquierda para llegar hasta el castelo dos Mouros, no llegamos a entrar porque el tiempo apremia y no lo llevábamos en cartera.
Castelo dos Mouros
 Descendemos por el sendero marcado PR3 SI que se dirige a Sintra Centro Historico, por un cómodo camino empedrado,
Calzada de descenso a Sintra
 hasta llegar a las primeras casas de Sintra, una ciudad que necesita bastante más tiempo que el que nosotros teníamos para recorrerla a fondo, así y todo facilmente pudimos ver el Palacio nacional o la torre del Reloj en pleno centro Histórico pero nos quedamos sin visitar la Quinta da Regaleira que lo dejamos para una visita más relajada o el palacio de Monserrate.
Sintra

Junto al Palacio Nacional quedamos con el resto del grupo para comer, lo hacemos en el restaurante Thulas Bar en la rua Gil Vicente 4, muy bien por cierto y muy buen servicio: unos pedimos Brandada de bacalao y otros Arroz de pato, una forma diferente de comer arroz, de postre la Baba de camello, como entendereis es solo un nombre, aunque si es una crema muy sabrosa.
Arroz de pato

Buscamos los coches, aproximadamente a las cinco de la tarde para dirigirnos a sao Bartolomeu dos Galegos, lugar donde se encuentra la Quinta del Molino, nuestro alojamiento para las dos próximas noches, y en una hora y algo nos ponemos allí.
Quinta del Molino. Piscina y zona spa.

La Quinta del Molino es un alojamiento rural bastante completo con muy buenas habitaciones, gimnasio y zona spa y muy buena comida, ideal para pasar un fin de semana y muy cerca de Peniche, a unos 15 km. aproximadamente. Nos recibe Gilberto que es el padre de Alejandra y suegro de Orlando, dueños del alojamiento.Cogemos las habitaciones y nos relajamos en la piscina, no hemos contratado cena para esta noche, así que nos desplazamos hasta Peniche. Orlando nos recomienda la Tasca do Joel, todo el mundo habla muy bien de este local pero hay un campeonato de surfing en Peniche y el restaurante se encuentra completo y con espera de una hora, por lo que decidimos irnos hasta el puerto y nos metemos en el restaurante Beira Mar, muy bien tanto en calidad como en precio, la mejor dorada de Pincho que he comido, la verdad que acertamos en la elección del sitio. Un paseo nocturno por el puerto para volver enseguida a la Quinta, mañana nos toca hacer una ruta por la zona.

Fotos Un paseo por Sintra

lunes, 24 de octubre de 2011

Pateando Lisboa a fondo (2º día)

No hemos madrugado en demasía, a las 9:00 estábamos desayunando, muy bueno por cierto el desayuno en el hotel Lutecia de Lisboa y a las 10:00 cogiendo el metro en la parada de Roma hasta Cais do Sodré y desde aquí tomar un tranvía hasta Los Jerónimos, un magnifico monasterio de estilo manuelino situado en el barrio de Belem, un monumento que no se puede quedar atrás en una visita a Lisboa, y donde se encuentran los Túmulos de Vasco de Gama y Luis de Camoes.
Los Jeronimos
 Al salir podemos tomar unos pasteis de Belem en la famosa pastelería, eso sí, seguramente hay que guardar cola para entrar a pesar de tener gran capacidad de gente.
Museo de la Presidencia de la Republica
 Un poco más adelante y cruzando la vía del ferrocarril llegamos hasta la bonita Torre de Belem, situado a orillas del Tajo y emblema del imperio marítimo portugués, hoy en día Patrimonio de la Humanidad en la lista de la Unesco.
Torre de Belem
 Volvemos atrás bordeando el Tajo, viendo al fondo el Cristo Rey y el puente 25 de abril, denominado así tras la revolución de los claveles que provocó la caída de Salazar en 1974. Subiendo por la rivera derecha del Tajo llegamos enseguida al monumento a los Descubrimientos construido en conmemoración a los 500 años de la muerte de Enrique el navegante, bonita foto con el puente de fondo.
Cristo Rey y puente 25 de abril

Monumento a los Descubrimientos

Dejamos el barrio de Belem tomando un autobús frente a la pastelería que nos lleva hasta el Parque das Naçoes en la zona donde se realizó la Exposición Universal de 1998, mas de media hora de autobús pero se compensó con un agradable paseo entre sus modernos parques, el acuario, el pabellón del Conocimiento y un paseo fluvial con un telesférico sobre nuestras cabezas hasta llegar al Pabellón Atlántico, mi lugar preferido para ver conciertos.
Parque de las Naciones

Parque de las Naciones

Torre y puente Vasco de Gama

 Dejamos la Torre Vasco de Gama a la derecha y más al fondo el impresionante puente Vasco de Gama. Entramos en el centro comercial del mismo nombre, es hora de comer y lo hacemos en la cafetería Lusitania, buena comida a precio razonable.
Cerveceria Lusitania
 Después de comer, un café en su terraza mientras algunos del grupo fueron a visitar alguna de las tiendas del centro comercial.
Del centro comercial a la estación de Oriente, obra de Calatrava y construida igualmente para la Exposición Universal, allí tomamos el metro, línea roja hasta Alameda y verde hasta Roma, vamos a descansar un rato y a prepararnos para la noche.
Vuelta a la estación de metro de Roma para bajarnos en Rossio, Enrique y Sofia, no conocen la Plaza de Comercio, así que damos un paseo por la rua Augusta y la zona de la Baixa, y de paso vemos su ambiente nocturno. A la hora de la cena, nos vamos a la rua de Sao José donde hay gran cantidad de restaurantes, esta vez no acertamos, una mala comida, aunque compensada por un cantante callejero que mereció la pena escuchar mientras la digeríamos.
Para pasar el mal momento nos fuimos hasta Restauradores y tomar una cerveza en el Hard Rock, buen ambiente escuchando buena música, desde aquí cruzamos la avenida de la Libertad para subir al Barrio Alto en el funicular de Gloria, algunos lo hicieron y otros subimos a pie siguiendo la calle,
Artista callejero
 a la derecha un pintor callejero grafitea una pared en la parte alta, llegamos al final junto al mirador de San Pedro de Alcántara, muy buen ambiente en el parque donde toca un grupo de rock y donde se celebre durante el fin de semana un festival musical, unas cervecitas y unos mojitos en una terraza al aire libre. Hace una noche agradable y el ambiente es extraordinario, la mitad del grupo se marcha a descansar, a la otra mitad nos cuesta levantarnos pero decidimos ir a patear el Barrio Alto, todas las calles llenas de gente tomando copas, por esta zona la gente suele beber en la calle junto a los locales que generalmente están repletos.
Ambiente en el Barrio Alto
 Conseguimos entrar en uno, los camareros se montan un espectáculo en la barra, la clientela es mayoritariamente gay, un par de copas y a seguir el recorrido, sobre las tres de la mañana decidimos volver al hotel.

Fotos Pateando Lisboa 2º día

sábado, 22 de octubre de 2011

Pateando Lisboa a fondo (1º día)

Aunque es un sitio que ya conozco, nunca viene mal volver de vez en cuando, Lisboa siempre guarda ese sabor añejo comparable a un  buen vino. Esta vez he quedado con unos amigos, algunos también la conocian, otros no y estos últimos son los que mas han disfrutado de una estancia no muy larga pero si bastante intensa.
Entramos por el puente Vasco de Gama, diez kilometros de puente para cruzar el Tajo cerca de su desembocadura, algo que impresionó a mis acompañantes Miguel y Marisol que no lo esperaban,  para alojarnos en el Hotel Lutecia, situado en una zona tranquila junto a la boca de metro de Roma y que te pone en el centro en 12 minutos, además lo hemos conseguido por 51 € la habitación, muy economico para un hotel de cuatro estrellas, dejamos rápidamente el equipaje y a patear.
Plaça do Comerço y estatua de D. José I

Al fondo el arco que da entrada a la rua Augusta

Escalinata para disfrutar del estuario del Tajo

Tomamos  la linea verde de metro hasta Baixa-Chiado y hacemos trasbordo a la línea azul y nos bajamos en Terreiro do Paço oel nombre que utilizan los portugueses para denominar la Plaça do Comerço, donde aparecemos, grandes vistas de la desembocadura del Tajo, la estatua de Don José I y un gran arco que da acceso a la rua Augusta, la calle peatonal mas famosa de Lisboa en la zona de la Baixa.
Al fondo el puente 25 de abril en la desembocadura del Tajo
 Esta y las paralelas se encuentran llenas de turistas y de restaurantes. En la otra punta de la rua Augusta la plaza de D. Pedro IV también denominada Rossio, donde quedamos con Manolo y Lola que también se apuntan al pateo. Es la hora de comer y buscamos un restaurante, nos aconsejaron el restaurante Uma uno de esos pequeños restaurantes familiares situados en la Baixa donde no hay mas de siete u ocho mesas que atienden dos ancianos y donde te puedes comer el mejor arroz de marisco de Lisboa, se encuentra en la Rua dos Sapateiros,
Elevador de Sta. Justa para subir a Chiado
 junto al elevador de Santa Justa que se puede utilizar para evitar las escaleras y la cuesta para subir a Chiado y tomar un café, nosotros lo hacemos a pié para tomar café en  A Brasileira que ya conocía de viajes anteriores aunque mis compañeros, no. Después de tomar el café y un Pasteis de Belem, por cierto, no se de que pasteleria son pero creo que son mejores que los de la famosa pasteleria situada junto al monasterio de los Jeronimos.
Catedral o Iglesia de Sta. Maria Maior

En los mini tranvías

 Descendemos de nuevo a la Baixa para tomar uno de los pequeños tranvias que ascienden por estrechas callejuelas hasta el castillo de San Jorge, pero le cogemos el gusto y nos vamos hasta la última parada. Tomamos uno de vuelta y esta vez sí, nos queda junto al castillo. No llegamos a entrar, damos una vuelta por sus alrededores y bajamos callejeando por el barrio de Alfama, echando un vistazo a la catedral o Iglesia de Santa María Maior.
Callejeando por Alfama

Alfama. Escaleras

Barrio de Alfama

Volvemos al hotel a descansar y a esperar a Enrique y Sofia que ya se encontraban allí cuando llegamos. con poco tiempo para el reposo volvemos a tomar el metro, nos bajamos en la estación de Baixa-Chiado y salir a esta última junto a la cafeteria A Brasileira y tomar la rua Nova da Trindade para ir a cenar a una de las mas bonitas cervecerias de Lisboa,  A Trindade construida en el comedor de un antiguo convento,  tuvimos que esperar quince minutos  a pesar de ser inmenso, pero merece la pena estar en sus salones o en su patio interior.
Cerveceria A Trindade
 Para tomar la copa nos fuimos hasta el Pavilhao Chinez un lugar que no hay que perderse por su gran variedad de de elementos de coleccion, desde soldados de plomo hasta caricaturas de politico,
La copa en el Pavilhao Chinez
 situado en la parte mas alta del Barrio Alto donde se concentran la mayoria de los bares de copas.
Todos estamos cansados del viaje y de todo el día pateando así que sobre la 1:30 horas de Lisboa tomamos un taxi, que continuamente pasan por la puerta del local para volver al hotel.

Fotos Pateando Lisboa 1º día

lunes, 3 de octubre de 2011

Pateamos la rivera de Acebo


Hoy nos ha tocado patear uno de los Caminos Naturales promovidos por el Ministerio de Medio Ambiente, en el norte de Extremadura, la Rivera de Acebo, un conjunto de siete sendas que parten cerca de la localidad de Acebo y que recorren estos lugares de la sierra de Gata.

Desde Acebo  seguimos la carretera que en 1,6 km. aproximadamente nos lleva hasta el puente de piedra que cruza la rivera, zona de aparcamiento, bar y zona de recreo desde donde parten las rutas.
Para recorrer perfectamente la zona lo mejor es repartir las sendas en  dos días, así que el primer día nos bajamos hasta el puente de piedra para comenzar la senda de las piscinas, un grupo de tres piscinas naturales: la Carreciá que nos cae a la derecha de la carretera antes de comenzar la senda, que parte junto a un panel de inicio y que asciende por la margen derecha de la rivera,
Fuente de caños
 caminamos entre pinos y helechos hasta llegar a las dos siguientes piscinas situadas en el área recreativa del Jevero con bar y restaurante.
Piscina natural "El Jevero"

Por un puente de madera situado entre las dos últimas piscinas, ascendemos por una senda empinada reforzada con unos escalones que nos va a llevar hasta el inicio de la senda del embalse donde encontramos un nuevo panel de inicio. Comienza siguiendo la pista del Molino, para enseguida tomar un camino en suave ascenso por terreno de pizarra entre vegetación de monte bajo y pinos de repoblación hasta llegar a una bifurcación donde comienza la senda de ascenso al mirador de la Ventosa, nos desviamos por él, una corta y dura subida que merece la pena por las increíbles vistas que tenemos frente a nosotros: el Jálama, vigía de la sierra de Gata con sus 1.487 m., el embalse del Prado de las Monjas y la rivera del Acebo.
Vista desde el collado de la Ventosa

Mirador de la Ventosa

Descendemos para volver de nuevo al cruzamiento y seguir la senda del embalse y que finaliza en el dique del mismo.
Embalse del Prado de las Monjas

Junto al dique, comienza la senda de los Puentecitos de la cascada de la Cervigona, la seguimos bordeando el embalse por su margen derecho, al llegar a la cola, la cruzamos por uno de los puentes y ascendemos suavemente mientras el valle se estrecha, rodeado ahora por encinas, en una de las revueltas del camino podemos ver la cascada de la Cervigona a la izquierda y al fondo, poco después llegamos a la Fabrica de la Luz que se encuentra en ruinas y donde hay restos del generador de electricidad que hacia funcionar la fuerza del agua que bajaba por el tubo. En la fábrica finaliza la senda.
Fabrica de la Luz

Nos damos la vuelta para volver a Acebo, es la hora de comer, una buena caldereta de cordero una chanfaina igualmente de cordero que se hace con las vísceras del animal. Unas perrunillas con el café y un chupito de orujo de miel de la zona para rematar.
Acebo

Por la tarde y para hacer la digestión, nos damos un paseo por Acebo para recorrer sus calles típicas construidas con sillares de cantería
Rincón de Acebo
 y sus fuentes de agua que baja de la sierra, 
Acebo. Una de sus fuentes
 vemos igualmente su monumento más emblemático la iglesia de Nuestra Señora de los Angeles construida por canteros gallegos que se establecieron después en la villa, sus mujeres trajeron a la vez la artesanía del encaje de bolillos que se quedó muy arraigada por la zona, pudimos ver por sus calles mujeres sentadas en las puertas de sus casas dedicadas a la confección de paños, colchas etc.
Artesanas del bolillo
 En algunos salientes de las casa hay cabezas celtas que adornan la fachada y una tumba antropomorfa situada detrás de la iglesia junto a la Torrita o barrio judío.

En Acebo hay 14 escudos heráldicos  en las fachadas que nos dan una idea del origen nobiliario de los habitantes y más de 300 apodos entre ellos por lo que casi nadie se conoce por su verdadero nombre.
Al día siguiente volvemos hasta el puente de piedra que cruzamos para tomar una pista a la izquierda que nos lleva hasta el panel de inicio de la senda del Puerto de Castilla Sur, esto era una vía tradicional que se utilizaba para entrar en Castilla, dejamos el Teso Porras a la derecha con sus 1.030 m. alomado y cubierto por vegetación de monte bajo.
Collado de la Ventosa, el Teso Porras (1.030 m.) y camino de Castilla
  Esta senda finaliza en el collado de la Ventosa desde donde se puede acceder al mirador de la Ventosa que se encuentra a 300 m., nosotros seguimos a la derecha para continuar por la senda del Puerto de Castilla Norte bordeando la ladera del Teso de Santa María con 989 m., en esta parte de la senda se pueden ver los acondicionamientos de piedra y roca realizados en el camino.
Camino de Castilla

Llegamos en el alto a un cortafuego que separa Castilla-León de Extremadura, lo seguimos a la izquierda entre pinos, hay que tomar un desvío nuevamente a la izquierda que en descenso llega hasta el mirador de la Cascada de la Cervigona.
Vista desde el mirador de la Cervigona
 Vistas de la cascada, del Jálama, la Fabrica de la Luz, la rivera de Acebo y al fondo a la izquierda de Acebo pueblo.
Volvemos sobre nuestros pasos, al llegar nuevamente al collado de la Ventosa tomamos la senda del Arroyo de la Jara del Rey que en descenso nos lleva al embalse del Prado de las Monjas y desde aquí hasta Acebo por la senda del embalse y de las Piscinas.
Ya toca marchar pero nos tendrán aquí para sus fiestas, dedicadas a San Sebastián o a la Virgen de la Herradura o a su patrona Nuestra Señora de los Ángeles que se celebra el 15 de agosto.