Vistas de página en total

lunes, 6 de agosto de 2012

A patear Noruega. Ascensión al Bessegen. Parque Nacional Jotunheimen

Día 7
Desde Beitostolen al embarcadero de Gjendesheim
Vaya mañana que ha salido, llueve y hay mucha niebla, mientras desayunamos, debatimos si vamos a subir al Bessegen o no, tenemos la alternativa de subir al Bitihorn que se encuentra mas cerca hasta donde la niebla nos deje, es una pena, ayer tuvimos un día magnifico para esta ascensión. De momento Marisa, Manuela, Marisol y Miguel han decidido no ir, el resto nos planteamos ir hasta Gjendesheim que es desde donde parte el barco, allí tomaremos la decisión.
Conforme ascendemos con el coche la meteorología se pone peor, baja la niebla, llueve y hace frío, no vamos a tener ocasión de disfrutar de esta ruta que es una de las mas famosas de Noruega.
Nos animamos al ver tanta gente
 En Gjendesheim hay bastante gente preparada con sus equipos, vemos que a nadie le importa que llueva o truene, nosotros seguimos sin tenerlo claro, Jose Luis toma la iniciativa y dice que va a subir al barco, mientras está en la cola decido ir yo también y al final nos animamos los cuatro aunque seguimos sin tenerlo claro.
En amarillo el recorrido en barco, en azul la ruta a pie

Vamos asustados y mas si llevamos detrás a Messi y Mascherano
 Tres barcos parten para Memurubu punto de partida de la ruta, en el trayecto vamos pensando donde nos hemos metido a pesar de estar acostumbrados a la montaña, somos más de los 40º C. que de temperaturas bajas y no nos gusta mucho la lluvia. En 25 minutos llegamos a Memurubu, desembarcamos y recogemos nuestras mochilas, llueve débilmente, ojalá se mantuviera así.
Al fondo el albergue Memurubu
 Comenzamos a subir, dejamos a la derecha el albergue de Memurubu, al comienzo hay una de las subidas mas largas superando un desnivel de 400 m. esto hace que penetremos entre la niebla y hará que perdamos las vistas, aunque la ruta tiene varios pasos aéreos y de vértigo, la niebla evitará esto para mucha gente de la que íbamos en el barco, para otros la niebla no causa ese efecto y tienen que darse la vuelta al no superar el vértigo de algunos pasos.
Sin problemas en la primera subida
 Tenemos que cruzar algunos neveros, muy pateados que a pesar de tener una nieve muy buena, al haber cruzado tanta gente hacen que se encuentren algo resbaladizos.
Cruzando los primeros neveros
 Bajamos hasta el pequeño lago Bjornboltjonne que vierte sus aguas hasta el lago Gjende en una gran cascada y que nosotros cruzamos sin ningún problema por unas piedras, volvemos a salvar algunos neveros, a nuestra izquierda se encuentra el Bessho, uno de los grandes picos del parque de 2.258 m. y que apenas podemos divisar entre la niebla.
Llegando al lago Bjornboltjonne
 Así llegamos al estrecho que separa el lago Bessvatnet de la caida al lago Gjende, zona de descanso, hemos descendido un poco y la niebla se ha quedado un poco más arriba por lo que aprovechamos para hacer alguna fotografía antes de comenzar la verdadera ascensión al Bessegen,
El gran lago Gjende
Al borde del lago Gjende
  hay que acercarse a una cresta no apta para gente con vértigo, una pareja de chavales se dan la vuelta antes de comenzar la subida.
Hay que acercarse a la cresta
 En realidad la ruta no necesita muchos conocimientos técnicos pero es muy aerea y vistosa y si no se está acostumbrado se puede pasar mal, ya que hay que echar las manos en muchas ocasiones y hay patio a un lado y a otro, la niebla nos ayuda a no ver la profundidad a ambos lados. 
Pasando el estrecho del lago Bessvatnet y la caida al lago Gjende
Lago Gjende y lago Bessvatnet
La niebla nos da un respiro
Comenzamos el ascenso por la cresta
De vez en cuando hay que echar las manos
Llegamos arriba, un gran hito nos confirma la cima aunque tuvimos nuestras dudas, una parada para comer algo aunque ahora llueve copiosamente y no permite tan siquiera sentarnos a descansar.
Cima del Bessegen
 Tuvimos un momento de despiste en el descenso, al ir un grupo numeroso los primeros se despistaron y todos detrás, "donde va Vicente..." menos mal que nos dimos cuenta y algunos nos siguieron a encontrar el camino, el gps manda. El descenso es más tranquilo y relajado solamente hay que hacer un paso algo complicado pero hay una cadena enclavada que nos ayuda.
La cadena nos permite bajar con seguridad
 Poco a poco la niebla se va quedando arriba y comenzamos a ver el embarcadero de Gjendesheim y el aparcamiento donde esta mañana dejamos el coche.
Embarcadero de Gjendesheim
 Al llegar, nos cambiamos de ropa y de calzado, hemos llegado bastante empapados, una coca cola en el bar nos pone las pilas.
Volvemos a Beitostolen, nos espera nuestra humilde cabaña, que es una pasada, una buena cena nos espera después del ejercicio, el resto del grupo se encuentra allí, pasamos la velada cada uno contando su experiencia del día.

1 comentario:

  1. Si señor, un dia muy bien aprovechado a pesar de la climatologia, un abrazo, Manolo.

    Pousa.

    ResponderEliminar